Enfermedades Sistémicas

Cómo tu salud dental te ayuda a prevenir enfermedades sistémicas

Muchos pacientes acuden a nuestra consulta porque habitualmente sufren dolor de cabeza entre otros síntomas y, según estudios demostrados, un 20% de los mismos se originan en la boca.

Actualmente sufrimos una epidemia de mal desarrollo facial, asociada a nuestra forma de vida moderna, que desde la revolución industrial ha generado un cambio de hábitos que ha hecho que casi todos tengamos poco espacio en la boca y dientes apiñados. Esta falta de espacio o compresión asociado con malas posturas en hábitos cotidianos tales como delante de un ordenador, el uso de la tablets y móviles, posturas al leer un libro usar dispositivos electrónicos en la cama, potencian lo que llamamos propulsión mandibular, es decir, se adelanta la mandíbula o se deja la boca entre abierta lo que comprime y crea una falta de espacio en el fondo de la boca a nivel nervio trigémino. El golpeteo constante por la compresión ejercida potencia la aparición del dolor de cabeza.

La Articulación Temporomandibular (ATM) es la articulación que une la mandíbula y el cráneo. Está rodeada por musculatura y cuando esta se tensiona puede causar o aumentar esas cefaleas.

Los trastornos de Articulación Temporomandibular son más comunes de lo que parecen, y es por eso que en Clínica Pedroche te ayudamos a identificarlos y tratar de prevenir su aparición y, en caso de que esto suceda, poder diagnosticarlos y tratarlos. Para acabar con los trastornos producidos por la ATM, contamos con los tratamientos más efectivos y que contribuyen a la mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes, eliminando el dolor y devolviendo su sonrisa.

Preguntas frecuentes

Las enfermedades periodontales son aquellas patologías que afectan al periodonto, es decir, a los tejidos que sostienen los dientes. Están provocadas por diversos factores como la placa dental, el sarro o el biofilm microbiano, derivados de una mala higiene oral y una dieta deficiente con una alta concentración de sacarosa, lactosa y almidones. Así, estas dolencias generadas por la concentración de bacterias y microorganismos bucales se agrupan en dos grandes tipos: la gingivitis y la periodontitis.

Podríamos definir la gingivitis como el primer nivel de la degradación del periodonto. Se caracteriza por la inflamación, el enrojecimiento y el sangrado de las encías durante el cepillado. La gingivitis es reversible, pero, si no se trata, con el paso del tiempo genera un deterioro tanto en los tejidos blandos (encía) como en los tejidos duros (hueso) que soportan los dientes. Es el segundo nivel de degradación, llamado periodontitis, que ya es un daño irreversible, que cursa con recesión de encías, movilidad de dientes y a veces provoca la pérdida dental.

Estos ataques periodontales ocasionan reacciones en cadena que terminan dañando otras partes del organismo. Principalmente, dichas consecuencias vienen motivadas por dos clases de trasmisiones:

  • Infecciones bacterianas. La destrucción de la encía y la materia ósea dental hace que las bacterias bucales puedan acceder al torrente sanguíneo, generando riesgo de endocarditis (inflamación de las paredes de los vasos cardíacos). También podrían progresar hasta diversos órganos donde pueden generar otras infecciones.
  • Inflamación sistémica. Es la activación del sistema inmunitario y una reacción inflamatoria masiva originada por una liberación sistémica de citoquinas durante procesos infecciosos. Algunos estudios también han determinado que se puede producir un aumento en los niveles de proteína C-reactiva y el número de leucocitos en la sangre, lo que genera una mayor presión arterial. Igualmente se ha visto un estado hiperactivo de los polimorfonucleares neutrófilos, lo que promueve una mayor liberación de radicales libres y, en consecuencia, un mayor estrés oxidativo en los vasos sanguíneos.
 
 

Una de las patologías sistémicas más afines a las enfermedades periodontales es la diabetes mellitus. Se trata de una dolencia endocrina que genera unas altas dosis de glucosa (azúcar) en sangre. Ambos padecimientos mantienen un binomio que lleva a que los diabéticos sufran una mayor incidencia, gravedad y progresión de la periodontitis. Y, al mismo tiempo, aquellas personas con periodontitis presentan un peor control glucémico (independientemente de que sean diabéticos o no) y, por tanto, un riesgo más grande de aparición o incremento de la diabetes.

Esto es debido a que las inflamaciones bacterianas amplifican la resistencia a la insulina por la constante liberación de citoquinas, mientras que la diabetes induce una respuesta inflamatoria más fuerte ante el ataque de microorganismos, así como una menor capacidad para sanar la hinchazón y reparar los tejidos dañados.

En este caso, es importante que comunique al odontólogo si sufre diabetes ya que el proceso de cicatrización en una cirugía dental por ejemplo necesitará de cuidados especiales.

Diversos análisis han demostrado que padecer periodontitis aumenta hasta dos veces más el riesgo de ictus y enfermedades coronarias. Su razón radica en que los microorganismos causantes de la periodontitis promueven la activación del endotelio vascular, lo que favorece el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) y la creación de un exceso de placas de ateroma. Esto conlleva una disminución o una obstrucción del flujo sanguíneo y, en consecuencia, la posibilidad de desarrollar anginas de pecho, infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares.

A raíz de este peligro, las personas con problemas coronarios o con riesgos de afecciones cardíacas deben llevar una óptima higiene oral y realizarse periódicas revisiones dentales. Asimismo, si llegan a padecer enfermedades periodontales se aconseja la extracción o reparación inmediata de las piezas involucradas.

La obesidad es una enfermedad metabólica crónica que también está vinculada a la periodontitis. En los últimos años se ha indagado en la profusión que aquellas personas con un mayor Índice de Masa Corporal (ICM) tienen con el padecimiento de periodontitis. Se cree que la obesidad favorece el aumento de las citoquinas proinflamatorias por parte del tejido adiposo, alterando la producción de los marcadores de inflamación sistémica (como la proteína C-reactiva) y la respuesta inmunitaria.

Aparte, también se ha vislumbrado un incremento de las células proinflamatorias y de un estrés oxidativo que suscita una inflamación sistémica más virulenta, una resistencia a la insulina y la aparición de lesiones ateroscleróticas y accidentes tromboembólicos.

A su vez, la obesidad y la hiperglucemia o hiperglicemia (la cantidad excesiva de glucosa en la sangre) son componentes del síndrome metabólico con una amplia relación con la periodontitis, ya que la primera eleva los niveles de citoquinas, que a su vez pueden exacerbar la inflamación periodontal, y la segunda ocasiona daños endoteliales que afectan a la irrigación del tejido gingival.

Por otro lado, las personas con periodontitis grave tienen el doble de posibilidades de desarrollar el síndrome metabólico al contar con una alta proporción de citoquinas, resistencia a la insulina y estrés oxidativo.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que ocasiona la inflamación y la destrucción del tejido conectivo y el hueso de las articulaciones del cuerpo. En muchas de las personas con esta dolencia se han hallado bacterias periodontales como la Porphyromonas gingivalis y la Agregatibacter actinomycetemcomitans.

Estos microorganismos contienen una enzima catalizadora de las reacciones de citrulinación de péptidos. Ese exceso de proteínas citrulinadas actúa como un autoantígeno haciendo que se formen los denominados anticuerpos citrulinados, proteínas producidas por el sistema inmunitario que acrecientan la progresión y agresividad de la artritis.

 
 

Recientemente se han descubierto nuevas pruebas que relacionan la enfermedad de Alzheimer con las afecciones periodontales. La Porphyromonas gingivalis se ha encontrado en el cerebro de personas con esta dolencia, así como unas enzimas tóxicas llamadas gingipaínas que segrega dicha bacteria. Ahora los investigadores creen que las infecciones periodontales podrían contribuir al aumento de las moléculas inflamatorias en el cerebro.

A esto hay que sumar el hecho de que los convalecientes de Alzheimer muestran un peor estado de salud oral debido a su demencia. De tal forma, también se podría hablar de una bidireccionalidad entre ambas patologías.

Si tienes familiares o amigos con deterioro cognitivo, comparte con ellos esta información esencial para el cuidado y la prevención de la enfermedad. Es recomendable revisar la placa y las encías al menos dos veces al año.

 
 

La periodontitis es también un factor de riesgo para las embarazadas. Es sabido que las infecciones maternas son uno de los principales motivos en los partos prematuros, siendo el responsable de entre el 25-40%.

El parto está controlado por señales inflamatorias y este puede verse activado por estímulos externos como inflamaciones por un alto valor de citoquinas y mediadores de la inflamación. Ahí es donde entra la periodontitis, pues durante el embarazo la mujer genera un mayor nivel de hormonas, estrógenos y progesterona que producen cambios en la vascularización del periodonto. Las bacterias pueden colarse en esa circulación sistémica ocasionada por las variaciones en los tejidos y llegar a la unidad fetoplacentaria, donde podrían asentarse y desarrollar una respuesta inflamatoria fetal.

Debido a los numerosos riesgos que implican las enfermedades periodontales, desde Clínica Pedroche te animamos a seguir mejorando tu higiene oral y consultarnos tus dudas o las alteraciones bucosanitarias que hayas podido observar con el fin de detectar de forma temprana cualquier tipo de trastorno y poder solucionarlo antes de que derive en problemas más graves. 

Nuestros tratamientos periodontales tienen un calendario de seguimiento específico para cada paciente. Además, para tu mayor comodidad puedes optar por el óxido nitroso que hará que vengas a tus citas sin miedo a que pueda molestarte. Los pacientes que ya están en tratamiento notan el cambio en su boca desde el primer mes: mejora el color de las encías, ya no tienen halitosis, se cepillan mejor, no les sangran las encías…

Si quieres apostar por nuestros tratamientos revolucionarios que ha obtenido un gran éxito ya en otros países, no dudes en acudir a una de las clínicas más comprometidas con su implementación en nuestro país.

El Dr. Fernández Pedroche realizará una valoración inicial global, dando una visión única en el mercado, ya que aúna las tres especialidades médicas necesarias: ortodoncia, ATM e implantología, lo que permite detectar previamente cualquier problema y recomendar los tratamientos más naturales, menos invasivos y adecuados a las necesidades de los pacientes.

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